Morelia, Michoacán, 03 de diciembre de 2023.- Entre lágrimas y una gran indignación, decenas de familiares, amigos y vecinos, dieron el último adiós a la familia que fue arteramente asesinada hace unos días, en inmediaciones del municipio de Tarímbaro.
Una gran multitud acompañó el cortejo fúnebre de ambos padres, Julio y Diana, y de sus dos pequeños hijos, a los que les arrancaron la vida de forma violenta. Los dolientes se dirigieron primero al templo de San Martín de Porres.
Al filo de las 13: 00 horas, salieron los cuatro ataúdes del domicilio ubicado en la calle Mandarina, de la colonia El Porvenir, rumbo a la avenida Santos Degollado, en la colonia Industrial. En hombros, familiares cargaban los ataúdes de los hermanitos de tres y dos años, seguidos de los de sus padres, al templo San Martín de Porres.
Al paso del cortejo, con un estandarte de la Virgen de Guadalupe abriendo paso, el sonido de cantos religiosos se mezclaba con el llanto, a ratos opacado por los cohetes que soltaban en señal de duelo.
Los féretros de color blanco donde duermen su último sueño ambos hijos del matrimonio de comerciantes, despertaban la tristeza de transeúntes y conductores, sin saber el cómo o el por qué, sólo eran solidarios con la fila de deudos dando el último adiós a los pequeños inocentes.
Era tanto el impacto, que vecinos salían de sus domicilios para unirse y acompañar el cortejo fúnebre de las víctimas de la violencia en Michoacán para darle el último adiós. Al término de la misa de cuerpos presentes, los ataúdes fueron subidos a las carrozas para, enseguida, partir al pueblo de Urúetaro, en el municipio de Tarímbaro, donde al filo de las 15 horas serán sepultados en el camposanto de esa comunidad en la que será su última morada de descanso eterno.
Fue el pasado primero de diciembre, por la mañana, cuando las autoridades recibieron el reporte de varias personas tiradas sobre una brecha que se ubica sobre el camino que conduce al fraccionamiento las Espigas, en el municipio de Tarímbaro.
Al llegar las autoridades localizaron tirados sobre una brecha los cadáveres de Julio Felipe y Diana, junto a los cuerpos de su nena de tres años y su hijo de dos años, con huellas de violencia e impactos de bala.
También se localizó a otro masculino, de entre 30 y 35 años y a una fémina de 20 a 25 años, con huellas de violencia e impactos de bala, al momento están sin identificar. En el sitio se encontró un taxi de la línea Tornado Plus, donde al parecer viajaban las víctimas.
Al momento, las autoridades investigan el móvil de la masacre.