A las 21:45 del jueves, Daniel llegó de Celaya al Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), donde tuvo que esperar para ser ingresado.
Con 29 años, el joven estaba internado por una infección pulmonar. Cuando se reveló que tenía covid, el hospital donde ingresó dijo que no lo podía atender, señaló Diego, paramédico de la ambulancia de la empresa SMB de urgencias básicas.
En el INER dijeron que lo recibirían, pero Daniel llegó 15 minutos después de que se colocó la manta de sin disponibilidad.
El viacrucis inició para Daniel y su tía María pues mientras el tiempo pasaba la cuenta se incrementaba 800 pesos cada hora.
Finalmente, 17 horas 37 minutos después Daniel logró ingresar al INER.
El director del Instituto, Jorge Salas, señaló que la saturación es constante, a pesar de las 160 camas para atención covid, debido a que hay pacientes con cuadros muy graves.
Para las 16:00 horas de ayer, el Instituto Nacional de Nutrición y el Gea González tenían una cama covid disponible y el INER, cuatro.
En este centro médico mueren diariamente dos personas por covid, según su personal.